hace unos días en un grupo de amigas lesbianas hablábamos sobre el conflicto que ocasiona la dinámica sexual de cada persona cuando se intenta entablar un vida en pareja...lésbica.
La connotacion que tal hecho suele tener para cada persona "n" veces posibilidad. Para algunas ña frustracion que genera buscar a la otra para un encuentro sexual y no hallarla en disposicion es sinónimo de "no me desea".
Para otras este mismo hecho significa "ya no me ama".
y para otras el mismo evento supone la existencia de una tercera persona en la relación.
Lo cierto es que cada persona, cada mujer posee una manera única de vivir y disfrutar la sexualidad, lo que implica el ritmo, la frecuencia y la intensidad.
El desafío cuando se pretende construir una vida en pareja es.... acoplar los ritmos si se puede, estar conciente de las necesidades de la otra persona y considerar complacer en la medida en que eso no represente una carga o sacrificio. Evaluar nuestra capacidad personal de satisfacernos de múltiples formas sexuadas. Repensar si no damos más protagonismo a la cantidad que a la calidad o viceversa.
En fin... la clave es conversar y poner sobre la mesa las frustraciones o agobios que surgen de estas situaciones.. por demás comunes en la práctica sexual en general y la lésbica en particular.
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