¿Cuáles son mis derechos humanos como lesbiana?
¿Qué pasa si alguien ME DISCRIMINA, por el sólo hecho de ser lesbiana?
¿Qué actos u omisiones pueden catalogarse como discriminación?
¿Qué pasa si alguien ejerce violencia sobre mí, por el sólo hecho de que yo sea lesbiana?
¿Qué actos u omisiones pueden catalogarse como violencia?
¿Es legal que se me violente o discrimine en mi casa, por familiares por el sólo hecho de que yo sea lesbiana?
¿Es legal que se me violente o discrimine en la escuela por compañeras/os y/o maestras/os por el sólo hecho de ser lesbiana?
¿Es legal que se me violente o discrimine en el trabajo por compañeras/os y/o jefas/es por el sólo hecho de ser lesbiana?
¿Qué tengo que hacer cuando alguien ejerce violencia o discriminación contra mí?
¿Hay instituciones que tiene la obligación legal de velar por el respeto a mis derechos humanos?
¿Hay instituciones sociales en Guatemala que pueden brindarme información y acompañamiento ante una situación de discriminación y violencia que me afecte?
miércoles, 18 de marzo de 2009
jueves, 12 de marzo de 2009
¿QUÉ OPINÁS?
Los actos de discriminación y violencia lesbofóbicos son muchos, la mayoría son explícitos y algunos extremadamente sutiles.
¿Te atreverías a contar alguna anécdota? que te parezca interesante sobre alguna situación que hayas conocido o te haya ocurrido, en la que se te discriminó o violentó en tu casa o en la calle, por tu orientación sexual.
¿Te parecería interesante conocer tus derechos y la forma de cómo accionar para protegerlos?
¿Te atreverías a contar alguna anécdota? que te parezca interesante sobre alguna situación que hayas conocido o te haya ocurrido, en la que se te discriminó o violentó en tu casa o en la calle, por tu orientación sexual.
¿Te parecería interesante conocer tus derechos y la forma de cómo accionar para protegerlos?
martes, 3 de marzo de 2009
OPINION
Quiénes somos las lesbianas. Dónde estamos. A qué nos dedicamos. Cómo somos.
Nos hace falta conocer muchas cosas de nosotras. Seguramente alguien pensará las lesbianas somos como todas las demás mujeres. Creo que cada mujer es distinta a las demás y que ciertas situaciones de vida nos colocan en condiciones específicas, por ejemplo ser lesbiana es una situación que podría unir a mujeres que se diferencian entre sí por clase social, origen étnico, discapacidad, o por cualquier otra circunstancia.
Una de las mejores experiencias de mi vida fue salir del closet y empezar a conocer a tantas mujeres extraordinarias, a las que hoy considero y llamo amigas. Hay pintoras, periodistas, poetas, diseñadoras, dramaturgas, administradoras, sociólogas, abogadas, psicólogas, trabajadoras sociales, economistas, antropólogas, filólogas, unas son de clase alta, media alta o proletarias, unas son activistas otras colaboradoras a distancia, hay jóvenes, adultas jóvenes y otras con mayor edad y sabiduría, hay guatemaltecas blancas, mestizas e indígenas y extranjeras; con todas las fachas, sapiencias y colores.
Las lesbianas que conozco en su mayoría son mujeres felices. Cada una ha des-construido los mandatos sociales con relación al sexo-genero y re-construido su identidad pedacito por pedacito. Hay historias de amores y desamores. Y de alguna forma siempre se encuentra la compañía apropiada y justa.
Otro aspecto que no dejaré de nombrar es la red de solidaridad que no se nombra pero existe y de manera espontánea, sin importar la hora o la circunstancia si alguna está en aprietos seguramente ahí estaremos o estarán las otras para apoyar en lo que se pueda y con lo que se tenga. Aunque dicho sea de paso, trabajamos mucho el tema de la autonomía y procuramos construirla día a día, pero eso quizá es lo que fortalece ese sentido de solidaridad que es tan humano y necesario.
En síntesis, lesbianas, somos muchas por suerte y diversas. Me inscribo entre ellas y me enorgullezco profundamente.
Nos hace falta conocer muchas cosas de nosotras. Seguramente alguien pensará las lesbianas somos como todas las demás mujeres. Creo que cada mujer es distinta a las demás y que ciertas situaciones de vida nos colocan en condiciones específicas, por ejemplo ser lesbiana es una situación que podría unir a mujeres que se diferencian entre sí por clase social, origen étnico, discapacidad, o por cualquier otra circunstancia.
Una de las mejores experiencias de mi vida fue salir del closet y empezar a conocer a tantas mujeres extraordinarias, a las que hoy considero y llamo amigas. Hay pintoras, periodistas, poetas, diseñadoras, dramaturgas, administradoras, sociólogas, abogadas, psicólogas, trabajadoras sociales, economistas, antropólogas, filólogas, unas son de clase alta, media alta o proletarias, unas son activistas otras colaboradoras a distancia, hay jóvenes, adultas jóvenes y otras con mayor edad y sabiduría, hay guatemaltecas blancas, mestizas e indígenas y extranjeras; con todas las fachas, sapiencias y colores.
Las lesbianas que conozco en su mayoría son mujeres felices. Cada una ha des-construido los mandatos sociales con relación al sexo-genero y re-construido su identidad pedacito por pedacito. Hay historias de amores y desamores. Y de alguna forma siempre se encuentra la compañía apropiada y justa.
Otro aspecto que no dejaré de nombrar es la red de solidaridad que no se nombra pero existe y de manera espontánea, sin importar la hora o la circunstancia si alguna está en aprietos seguramente ahí estaremos o estarán las otras para apoyar en lo que se pueda y con lo que se tenga. Aunque dicho sea de paso, trabajamos mucho el tema de la autonomía y procuramos construirla día a día, pero eso quizá es lo que fortalece ese sentido de solidaridad que es tan humano y necesario.
En síntesis, lesbianas, somos muchas por suerte y diversas. Me inscribo entre ellas y me enorgullezco profundamente.
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