OPINIÓN

Qué pasaría si empezáramos a denunciar que el Estado de Guatemala actúa pasivamente para consolidar la invisibilidad de las mujeres lesbianas.

Desde hace tiempo me he dedicado a hacer investigación social y por ser lesbiana, he tenido interés permanente por conocer con qué datos estadísticos cuenta el Estado sobre las mujeres lesbianas y hasta el momento he de decir que en general datos disgregados de mujeres y hombres hay muy pocos y sobre mujeres lesbianas….son inexistentes.

En pocas palabras NO EXISTIMOS estadísticamente, no contamos para nada.

Algunas personas cuando les he preguntado sobre datos disgregados por orientación sexual, se asustan y me dicen, eso no se puede hacer porque sería una invasión a la intimidad de las personas. No existe impedimento legal para hacer la pregunta, lo que sí está prohibido es utilizar esa información para limitar el acceso a los servicios y las oportunidades de las personas que lo han confiado.

Sé que muchas personas con orientación sexual distinta a la heterosexual dicen que esta propuesta es descabellada, cómo se me ocurre que las personas se expongan tan ingenuamente en un medio social tan hostil y prejuiciado; qué o quién impediría la reacción discriminatoria o violenta, de quien posea los datos y tenga capacidad de decisión sobre asuntos de las persona que confió los datos.

Mi respuesta es siempre esta, es más fácil probar que hubo una acción discriminatoria cuando se ha hecho explícito que se es lesbiana que cuando no se hace explícito. En todo caso, desde el momento en que se explicita, existe la presunción de que la respuesta probablemente sea discriminatoria.

El problema no es decirlo, el problema es que al no decirlo nos hacemos cómplices del silencio que nos invisibiliza y es ese silencio cómplice el que permite la violación sistemática de derechos.

Y mientras no existan datos sobre nosotras, quiénes somos, cuál es nuestra situación económica, social, política, no seremos un sector para el que se destinen servicios públicos que permitan nuestro desarrollo humano.